1 de Abril de 2014.
Un día como hoy, pero hace exactamente 8 meses atrás, a las 12 del mediodía yo ya estaba preparándome, no quería ir mal vestida o maquillada. Anduve de acá para allá probándome mil cosas para ver qué me quedaba mejor… hasta que terminé, y llegó la hora, ya eran casi las 4 de la tarde, hora a la que habíamos arreglado vernos, así que me fui caminando hasta tu casa porque vos estabas en muletas y no podías hacer nada… Una locura, a pocas personas se les ocurriría ir a la casa de alguien el día que lo va a conocer. Pero yo lo hice, algo me transmitió confianza, y lo hice. Iba caminando hacia tu casa pensando en cómo saludarte, en si personalmente ibas a ser tan lindo como por fotos, en si yo te iba a gustar, en miles de cosas. Pero lo único que no pensé fue que en tan sólo unos minutos iba a conocer al amor de mi vida.
Miro hacia atrás y sinceramente no puedo creer cómo pasó todo tan de golpe… Porque fue así, rápido. De la nada empezamos a hablar por WeChat (otra locura), hablábamos todos los días, y a las dos semanas decidimos vernos. Dos semanas llevábamos hablando nada más, dos. Y nos quisimos ver igual. Hicimos todo muy rápido, así como también nos pusimos de novio muy rápido. Pero no me arrepiento de absolutamente nada de lo que pasó con vos desde el principio hasta ahora, y sé que esto no tiene un fin, sé que lo nuestro va a seguir creciendo cada vez más, así como lo hizo en estos 8 meses.
Hace 243 días que nos conocemos, y hace 240 que somos novios. Sos lo más lindo que me pasó y, afortunadamente, me sigue pasando.
Inmensamente feliz por haber compartido todo este tiempo con vos, sé que es sólo el comienzo. Te amo, al infinito y más allá.