No hay mejor complicidad que la de tu boca con la mía, que se reedescibren en cada tacto, en cada beso, mordida.
No hay mejor cobija que tus caricias en mi piel, arden, queman, me hacen desfallecer...
No hay mejor sensación que la de tus ojos desnudando mi alma, esos ojos que podrían tener al universo dentro.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario