Dejé de sostener el techo y se me vino encima, como se me viene encima el
vino al amanecer. Todo se prepara, entonces, para ser un mal día, pero aún
estoy de pie.
Contaminación, escombros, drogones, ratas: lo que quedó después que
algunos ganaron mucho aquí. Ahora que todo está muerto, ya nada escapa al dolor
de un querer de ayer...
Estaré repitiendo mi nombre, estaré escupiendo maldad. Esperando la piña
final, esperando el golpe del knock out, la verdad que nos enfrentará con la
ley de la ferocidad.
El cadáver de mi padre duro en una mesa, él y la muerte que luce son igual
a mí. La fianza de una herida que nunca nos deja, y un rencor heredándome.
En la noche de mi sentimiento, despoblada y sin oxigenar, como para no
verme arrastrar por el barro de la enfermedad. Por llegar hasta el último
round, es la ley de la ferocidad...
Dejé caer mis pecados unos sobre otros, olvidé por qué nací, ahora no
puedo volver. Ella levanta mi cara y mira a mis ojos, me dice "yo sí sé
quién sos".
En la noche de mi sentimiento, despoblada y sin oxigenar, esperando la
piña final, esperando el golpe del knock out... Es la ley de la ferocidad.
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