Nunca tengo suficiente,
no lo puedo evitar.
La adrenalina me domina
si pienso en lo que vendrá.
Soy como un vaso que gotea,
apenas un pazo que no se llena,
y mientras almuerzo
ya estoy pensando en la cena.
Si tengo uno, quiero dos,
y no me siento mal.
No es codicia ni malicia,
es ambición emocional.
Por obseso no hay receso,
lo que obtengo lo desecho.
El progreso se nos debe
a los insatisfechos;
seré un inconformista,
un palia masoquista,
y, la verdad, la palabra "saciedad"
no está en mi lista.
Y con el afán de superarme,
arriesgarme no me importa.
QUIERO TENER EL PAN,
PERO TAMBIÉN QUIERO LA TORTA.
Y siempre quiero más...
¡Un insaciable!
Y siempre quiero más...
¡Un depredador!
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