Me dejé
matar, me dejé robar el alma,
pagué sin querer, sin querer te lastimé.
Qué daría en esta vida por volver, amor mío.
Me dejé atrapar por la selva de los
ruidos,
nunca imaginé que sería mi destino.
Qué daría en esta vida por arder,
amor mío.
El bar de la esquina, rutas de
melancolía,
y una guitarra loca en el andén de
las heridas
remendando infiernos, tras las ruinas
de tu olvido...
Y una guitarra loca que me arranca
los sentidos.
Me dejé arropar y quedarme al fin dormida,
desperté sin voz, pero me guardo este grito.
Qué daría en esta vida por volver, amor mío!
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