No puedo colmarte ni de joyas ni dinero, pero puedo darte un corazón que es verdadero. Mis alas en el viento necesitan de tus besos, acompáñame en este viaje, que volar sola no puedo. Y sabes que eres el príncipe de mis sueños encantados, cuántas guerras he librado por tenerte aquí a mi lado. No me canso de buscarte, no me importaría arriesgarte si al final de esta aventura yo lograra conquistarte. Y he pintado a mi príncipe en un cuadro imaginario, le cantaba en el oído susurrando muy despacio. Tanto tiempo he naufragado y yo sé que NO FUE EN VANO;
no he dejado de
intentarlo porque
no he dejado de
intentarlo porque
creo en los
milagros!
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